viernes, 22 de abril de 2011

el cambio en Callosa

Cuando los socialistas decimos que todos los políticos no somos iguales, lo decimos con la rotunda convicción de saber que simplemente las formas y los gestos hacia las personas pueden llegar a ser importantes para los ciudadanos. Por eso estoy absolutamente convencida de que los callosinos saben perfectamente lo que está sucediendo en su ciudad, aunque también sé que algunos ocultan su sentir, por miedo o porque creen estar convencidos de estar ejerciendo su responsabilidad y esperando su derecho de hablar en las urnas.

Creo que hay una gran diferencia en la forma de hacer política local entre el actual alcalde y yo. Considero que él es incapaz de razonar, una actitud que conlleva que cada vez sea más grande la sima que lo separa de los ciudadanos. No visita las casas de las personas más humildes para comprobar en qué condiciones viven nuestros vecinos más necesitados, se limita a hacer vida en su despacho, ni siquiera compra en el comercio local, apenas pasea por su ciudad y no atiende a los ciudadanos que quieren ver resueltos sus problemas.
Las mayorías que otorgan los ciudadanos en las urnas no son un cheque en blanco. Esperan algo más, que cuando llueva no se inunden sus cocheras, poder aparcar cerca, al interés general y no al de unos pocos, como demuestra el despilfarro en revistas, inauguraciones, puestos de confianza y asesores.

Callosa ha sufrido un espectacular incremento de las tasas e impuestos que pagamos: del IBI, los vados, multas, el agua o la basura. Pero los servicios no han mejorado y a pesar de todas estas subidas, el gobierno del PP ha dejado de pagar a las empresas. De hecho ya se deben tres millones de euros en apenas 5 años de concesión de la recogida de basura y la limpieza viaria, un contrato que redactó y firmó el alcalde. Han consentido que una empresa con mas de 80 años trabajando en Callosa haya tenido que rescindir el contrato de suministro eléctrico al Ayuntamiento para evitar que siga creciendo una deuda que ya es de 730.000 euros.
El PP se vanagloria de unas supuestamente exitosas obras faraónicas que han generado una deuda de 12 millones de euros con las entidades bancarias para ejecutar inversiones que nadie había pedido y, en muchos casos, no prioritarias. Han ahogado a los comerciantes exigiéndoles que paguen un canon del 30% de la obra para el Mercado de Abastos, cuando esta inversión se podría haber hecho con cargo a cualquiera de los dos planes E o al Plan Confianza, caso de que exista, sin coste alguno para las 54 familias que han tenido que poner dinero de su bolsillo.
Quiero insistir en que las mayorías políticas no habilitan a que se puedan tomar decisiones que perjudiquen a los ciudadanos. Ocho años después, el agua es más cara y el servicio peor, el polígono industrial sigue desierto y no crea empleo o expectativas, el tejido asociativo local está desapareciendo porque el Ayuntamiento no paga las subvenciones, no se apoya suficientemente a los empresarios y comerciantes a pesar de que tenemos la mejor industria redera de España, hemos ingresado cinco millones de euros de los planes E y han optado unilateralmente por proyectos innecesarios que no han permitido a los callosinos trabajar en las obras, no han hecho ni una sola de las 860 viviendas protegidas para jóvenes y mayoresÉ Y podríamos seguir.

Este es el panorama real. El alcalde del PP, armándose de cada vez más arrogancia ha gobernado ocho años sin escuchar a nadie. Hay una cosa que intenta hacer bien: desprestigiar y atacar a los concejales de la oposición y sus familiares sin argumentos políticos, pero ni siquiera eso le sale. Queda mucho por hacer en Callosa, y lo primero debe ser escuchar los verdaderos problemas de la gente de a pie, resolver los problemas que tienen pronta solución, con vocación de servicio, sin intención de servirse y sin reparos. Los ciudadanos deben ser exigentes con sus políticos para que, como ha sucedido, no se olviden de ellos.
Y los socialistas tenemos soluciones para la gente. Porque Callosa tiene posibilidades de generar empleo. Porque disponemos de un rico tejido industrial, tenemos un comercio local atractivo y podemos mostrar un patrimonio cultural del que no se difunde su riqueza y así difícilmente podrá ser apreciado. Y, por ultimo, tenemos una gastronomía excepcional que ofrecer a quienes nos visiten. Por todo ello y porque valoramos la igualdad de oportunidades para quienes estén buscando un empleo, creemos que el cambio es posible en Callosa.

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