viernes, 29 de octubre de 2010

las cosas no son lo que parecen ser

En demasiadas ocasiones, las cosas no son lo que parecen ser. Y en política aun más. La presentación de los presupuestos municipales nos muestra esa delgada línea existente entre la realidad y la ficción que el equipo de Gobierno del Partido Popular se empeña en traspasar cada vez que liquida un ejercicio fiscal y rinde cuentas de su gestión a los ciudadanos. Flaco favor nos hacen a los callosinos si el control de gastos e ingresos en las arcas municipales no es administrado con un mínimo rigor.

La liquidación de los números de las cuentas locales de 2009 nos enseña claramente que no todo anda tan bien como se nos quiere hacer creer. La deuda que arrastra el Ayuntamiento de Callosa de Segura se está convirtiendo, sin lugar a dudas, en el peor lastre que nos podríamos encontrar. A medida que pasan los años la deuda crece y crece, sin que el alcalde haga nada para evitar ese ascenso tan peligroso en el que se ha instaurado vertiginosamente nuestro equilibrio presupuestario.

La deuda contraída con las entidades bancarias ha aumentado en este último ejercicio más de 626.000 euros, rondando en términos globales los 10.926.000 euros. ¿Hasta cuando van a seguir estirando la cuerda presupuestaria? ¿Quizás hasta que se rompa? Evitar ese momento está en sus manos. Ahora sólo hace falta que se conciencien del peligro real que conlleva su más que manifiesta escasa rigurosidad a la hora de liquidar las cuentas municipales. Sólo espero que no tarden más en reaccionar y que tomen medidas efectivas para subsanar el grave problema de endeudamiento que va a caer con todo su peso sobre los bolsillos de los ciudadanos.

El análisis de la cuenta general es el acto de mayor transcendencia política que se practica en la gestión municipal, por eso como es normal el Partido Socialista, además de fundamentar con números concretos y reales sus argumentaciones presupuestarias, también habla de las consecuencias que tendrá esa pésima gestión de las arcas. Nosotros, mal que le pese al PP, vamos a seguir hablando de estos temas, porque forman parte de la vida política de nuestro municipio. ¿Si no de que íbamos a hablar? ¿Quizás de los innumerables incumplimientos del Partido Popular? Mejor eso lo dejamos para otro momento, aunque todo llegará.

Se nos acusa de ser previsibles. Y una vez más, confunden términos. Somos previsores. Tanto que llevamos viendo desde hace años el lamentable cariz que están tomando las cuentas consistoriales. Cariz, que a pesar de nuestras incontables quejas y denuncias, sigue agravándose más y más. La incapacidad del Partido Popular para gobernar si que es previsible, casi tanto como su incapacidad para cuadrar unos presupuestos reales. De nuevo, el equipo de Gobierno repite el mismo patrón en las liquidaciones. Empiezan con unas cifras, modifican esas partidas al alza y luego acaban en otras.

Esta extraña pauta que siguen para maquillar las cuentas deriva siempre en que al final el municipio no recibe las inversiones prometidas inicialmente y tampoco recibe las subvenciones que marca el presupuesto definitivo. Pero al equipo de Gobierno parece que eso le da igual. Reproducen este mismo cuadro presupuestario, año tras año, sin ningún tipo de pudor ni preocupación. Lo que no cumplen en un ejercicio, lo incluyen en el siguiente. Esto es tan previsible como las denuncias que cada año hace el Partido Socialista ante la liquidación presupuestaria y la mala gestión municipal.

lunes, 11 de octubre de 2010

como mínimo, una explicación

El oscurantismo se instala allá donde le dejan. Eso bien lo sabe el Partido Popular. Las últimas informaciones que vinculan al alcalde de Callosa de Segura, Javier Pérez Trigueros, con la operación Brugal ponen de manifiesto la extraña y ya constante relación que este partido político mantiene con la falta absoluta de transparencia en su gestión. Lo verdaderamente preocupante de esta situación no es que con tanta oscuridad alguno de ustedes caiga, sino que arrastre consigo a un municipio que nada tiene que ver con su más que deplorable manera de actuar. La aparición de un cargo político en la instrucción de un caso, como mínimo, exige una explicación. Los ciudadanos merecen conocer por qué el nombre de su alcalde sale en un sumario judicial. ¿Cuáles son las razones que han motivado su aparición en este turbio asunto? ¿A qué espera para explicarlas? ¿Acaso espera la llamada de los tribunales? No cree que sería mejor que en primer lugar aclarara este tema ante aquellos que un día le confiaron su voto y ante otros que, como yo, esperamos que su mayoría absoluta no le sirva para escudarse de sus responsabilidades ante los ciudadanos de nuestra localidad.

Ocupar un cargo público no es sinónimo de impunidad, es sinónimo de responsabilidad. Confiamos plenamente en la justicia y, sobre todo, respetamos al máximo la presunción de inocencia. Dejemos que los jueces hagan su trabajo y depuren responsabilidades. Ahora bien, si el juez acaba finalmente imputando al alcalde o algún otro miembro del equipo de Gobierno esperamos de igual forma que el ejercicio de responsabilidad, que se debe a la ciudadanía, se traduzca en la renuncia inmediata de sus cargos. No cabe otra opción.  Aquellos que han convertido la democracia en un juego sucio para enriquecerse no pueden dirigir la vida de aquellos que han elegido respetar las reglas. Simplemente no es justo. Como tampoco es justo que el nombre de Callosa de Segura aparezca asociado a un grave caso de corrupción y que la imagen de nuestro municipio se vea lastrada por esta espesa mancha, que tardará años en ser borrada de la memoria de todos. Este asunto es sucio, muy sucio. Tanto que los malos hedores que se desprenden de todo este entramado, relacionado con la contrata de basuras en la Vega Baja, han llegado hasta nuestra localidad. Ensuciar así el nombre de Callosa de Segura no tiene justificación alguna. Eso es obvio. Pero mantenerse callado sin rendir cuentas a los ciudadanos confiando en que el asunto pase sin más, como si aquí no hubiera sucedido nada, no tiene perdón y nuestra ciudad no se lo merece.

Ser alcalde de Callosa no significa tener carta blanca para hacer y deshacer a su antojo. Ante todo, debemos respeto a los ciudadanos. Y ese respeto se demuestra con el cumplimiento exhaustivo de las reglas establecidas. No hay excusas que valgan. Los políticos debemos estar siempre al lado de los ciudadanos y mirar sólo por sus intereses, y no por los personales. Una tiene la triste sensación de que este principio tan básico en política ha sido olvidado completamente otra vez por el Partido Popular.  Sr. Alcalde, ¡cómo mínimo, una explicación!

Por tí, por Callosa

Esta es mi entrada de presentación en este diario digital. Desde aquí deseo que me ayudéis a mejorar nuestra ciudad. Desde esta página abierta os invito a que nos propongáis todas aquellas ideas y propuestas que queréis que se lleven a cabo en Callosa de Segura. Ideas que de una u otra forma se han quedado en el tintero o que nunca han llegado a plantearse realmente. Ideas que, de hecho, queremos que formen parte del compromiso que hemos adquirido con vosotros y con nuestra ciudad.

Estamos convencidos de que lo más importante de un municipio son sus ciudadanos y ciudadanas. Ese es uno de nuestros firmes convencimientos. Vosotros y vosotras, y vuestros problemas, necesidades, demandas y propuestas serán siempre nuestro referente de acción dentro de nuestro futuro gobierno. Vuestra participación y apoyo son el motor imprescindible que va a permitir hacer de Callosa de Segura una ciudad cada vez mejor.